Esos días en los que sales con tus amigos/as por ahí, justo te pilla una buena tormenta y llegas a tu casa empapado/a y que cuando te cambias la fría y mojada ropa por una más cómoda y seca, es una sensación tan agradable... ver que la gente que se encuentra en la calle está como tu antes y ver atentamente cómo caen las
gotas de lluvia del cielo al suelo.
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